publicado en obrasweb de México
10-12-19
La firma italiana Cross Media, que ha llevado la exposición inmersiva por el mundo, realizaba audioguías para museos hasta que investigó tecnología para crear toda una experiencia en exposiciones.
mar 10 diciembre 2019 05:04 PM
CIUDAD DE MÉXICO. La exposición, o mejor dicho, la experiencia de realidad virtual e inmersiva Da Vinci Experience permitirá vivir de una manera novedosa el acercamiento a las obras de "uno de los más grandes genios de la humanidad", Leonardo Da Vinci, a partir del 11 de diciembre de 2019 y hasta febrero de 2020.
La exhibición llega al Antiguo Palacio de la Autonomía, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, luego de haber sido montada en al menos otros siete países por la firma italiana Cross Media, firma de origen italiano dedicada, inicialmente, a elaborar audioguías.
(Anasella Acosta)
Filippo Pandolfini, director de Cross Media México, relata en entrevista con Obras que hace 12 años la firma realizaba experiencias en tablets como guías digitales en los museos, pero pensaron que su trabajo no debía agotarse en esos espacios.
Entonces decidieron ampliar las experiencias.
La firma incorporó tecnologías de última generación y una investigación profunda en su primera exhibición inmersiva realizada en una antigua capilla de Florencia.
Esa primera muestra tuvo como temática la historia de la ciudad italiana.
(Anasella Acosta.)
La exhibición sobre Da Vinci que llega a México consta de tres salas.
(Anasella Acosta.)
La exhibición sobre Da Vinci que llega a México consta de tres salas.
La primera, es introductoria y en ella se podrán ver algunas obras conocidas del artista italiano del Renacimiento e interactuar con ellas.
En el caso de La Monalisa, que es exhibida en un gran formato y con un marco a distancia, invita a ser parte de la obra con una selfie.
En esa misma sala se halla la reproducción de una pintura menos conocida de este genio que incursionó en campos como la pintura, la arquitectura, la escultura, la aerodinámica y la anatomía, entre otros.
En esa misma sala se halla la reproducción de una pintura menos conocida de este genio que incursionó en campos como la pintura, la arquitectura, la escultura, la aerodinámica y la anatomía, entre otros.
Es un trabajo que realizó en conjunto con otro genio del Renacimiento, Miguel Ángel Buonarroti, a quien la historia del arte ubica como un adversario.
Se trata de La batalla de Anghiari, pintada en el Palazzo de Vecchio.
La realidad virtual se concentra en la segunda sala, donde una vez puestos los lentes respectivos, el visitante puede mirar, andar y treparse a tres obras extraordinarias del Da Vinci ingeniero y arquitecto de guerra, faceta no muy comentada del genio nacido en abril de 1452. César Borgia fue quien lo contrató como ingeniero y arquitecto de sus tropas.
Aquí también se encuentran 11 maquetas de algunas máquinas diseñadas por Da Vinci, apasionado de la magia de esos artefactos. Algunos de ellos son: la bicicleta, el medidor de viento, el paracaídas triple, el gato mecánico y el reloj de sol.
La tecera sala, la inmersiva, suma música, luz, imágenes, video, contornos luminosos, siluetas, acercamientos a detalles y video, en cuatro paredes de alrededor de cuatro metros de altura e incluso a ras de piso. Aquí la obra no habita, no ocupa el espacio, sino que la obra, en sí, es habitada.
(Anasella Acosta)
En este formato disruptivo de la exhibición tradicional de las obras de arte, el visitante se adentra a las obsesiones y fascinaciones del artista a 500 años de su muerte, acaecida en 1519: el cuerpo humano, la fuerza y vigor de los caballos, el rostro femenino, las máquinas, la ciencia, la guerra.
La curaduría de la exhibición fue realizada por Roberta Barsanti, directora del Museo Leonardo en Vinci en Florencia, la ciudad donde nació el creador.
La experiencia incluye el tratamiento de entre 500 y 600 imágenes, de acuerdo con Pandolfini, quien precisa que la producción de este tipo de muestras se lleva cerca de cuatro meses y su costo es variable.
La exhibición llega al Antiguo Palacio de la Autonomía, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. (Anasella Acosta)
La realidad virtual se concentra en la segunda sala, donde una vez puestos los lentes respectivos, el visitante puede mirar, andar y treparse a tres obras extraordinarias del Da Vinci ingeniero y arquitecto de guerra, faceta no muy comentada del genio nacido en abril de 1452. César Borgia fue quien lo contrató como ingeniero y arquitecto de sus tropas.
Aquí también se encuentran 11 maquetas de algunas máquinas diseñadas por Da Vinci, apasionado de la magia de esos artefactos. Algunos de ellos son: la bicicleta, el medidor de viento, el paracaídas triple, el gato mecánico y el reloj de sol.
La tecera sala, la inmersiva, suma música, luz, imágenes, video, contornos luminosos, siluetas, acercamientos a detalles y video, en cuatro paredes de alrededor de cuatro metros de altura e incluso a ras de piso. Aquí la obra no habita, no ocupa el espacio, sino que la obra, en sí, es habitada.
(Anasella Acosta)
En este formato disruptivo de la exhibición tradicional de las obras de arte, el visitante se adentra a las obsesiones y fascinaciones del artista a 500 años de su muerte, acaecida en 1519: el cuerpo humano, la fuerza y vigor de los caballos, el rostro femenino, las máquinas, la ciencia, la guerra.
La curaduría de la exhibición fue realizada por Roberta Barsanti, directora del Museo Leonardo en Vinci en Florencia, la ciudad donde nació el creador.
La experiencia incluye el tratamiento de entre 500 y 600 imágenes, de acuerdo con Pandolfini, quien precisa que la producción de este tipo de muestras se lleva cerca de cuatro meses y su costo es variable.
En el caso de México, implicó una inversión de alrededor de 12 millones de pesos.
Se espera que en dos meses la experiencia sea vivida por 40,000 personas.
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